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El origen biológico de la personalidad

Es una referencia internacional a la hora de hablar de los mecanismos biológicos que se activan con el enamoramiento. Pero hoy, la investigación de esta académica que visitó Chile la semana pasada está abarcando nuevas aristas: a partir de estudios biológicos, identificó cuatro tipos de personalidad, determinó cómo influyen en la elección de pareja y entrega claves para sacarles provecho en el área de los negocios también.   

Por Daniela Mohor W. Ilustraciones: Francisco Javier Olea. 
Toda su vida, Helen Fisher tuvo la intuición de que su comportamiento tenía alguna base biológica. Era una intuición, ha dicho, que proviene del hecho de que tiene una hermana gemela, llamada Lorna, y de que más de una vez durante su infancia se vio enfrentada a las preguntas incesantes de los adultos sobre el vínculo que las unía. Una vez incluso le preguntaron si ella y su hermana "pensaban igual". En ese momento, la pequeña Helen recibió la pregunta con desprecio. "Cómo voy a saber yo cómo piensa mi hermana, si no soy ella", se dijo.
Hoy, sin embargo, la antropóloga -profesora e investigadora de la Rutgers University en New Jersey y autora de cinco libros superventas- está convencida de que Lorna y ella efectivamente piensan igual.
-Lorna es piloto de globos aerostáticos y pintora, y yo escribo sobre temas como el sexo y el amor, lo que significa que somos capaces de tomar riesgos. Ambas tenemos la misma cantidad de monoamino oxidasa en el sistema y probablemente el mismo sistema de dopamina. Ambas trabajamos solas. Ambas somos muy automotivadas. Ella trabaja juntando miles de toques de pincel en una tela gigantesca y yo juntando miles de palabras en páginas blancas. Las dos vivimos a través de la creatividad. Probablemente tengamos el mismo impulso sexual, y somos más bien introvertidas. Lo que significa que debemos haber heredado los mismos niveles de testosterona, los mismo niveles de estrógeno, el mismo sistema de dopamina y de serotonina. Nacimos con los mismos genes y los mismos circuitos químicos básicos y luego, por cierto, la vida nos llevó por caminos muy diferentes. Ahora entiendo que pensamos de la misma manera -explicó la experta en una extensa entrevista que dio a la organización The Science Network.
Helen Fisher lo entiende porque lleva varios años dedicada a la antropología biológica. Experta en la evolución de la sexualidad y el amor en los seres humanos, sus estudios se han enfocado en el cerebro: cómo lo afecta la pasión, qué diferencias tiene en función del género, y, más recientemente, cómo los sistemas hormonales de ese órgano determinan el tipo de personalidad de las personas y su elección de pareja. De eso se trata su último libro, "Why Him Why Her, How to Find and Keep Lasting Love" (Por qué él, por qué ella: cómo encontrar y conservar el amor a largo plazo), publicado en Estados Unidos el año pasado.
-Hay muchos factores culturales que influyen en la elección de pareja. Generalmente nos enamoramos de personas del mismo grupo socioeconómico, del mismo nivel de inteligencia y de belleza, de los mismos valores y religión. La infancia juega un rol, el timing y la proximidad también. Pero yo quería saber más del componente biológico de esa elección. La gente siempre dice "teníamos química" o "no teníamos química" y quise entender que querían decir con eso -explica Helen Fisher desde Nueva York.
La biología de la identidad
La oportunidad de hacerlo se la dio Match.com, una de las principales empresas de citas online, cuando se le acercó en diciembre 2004 y le preguntó justamente por qué la gente se enamoraba de una persona y no de otra. En ese minuto, la antropóloga -que estuvo de paso por Chile la semana pasada, invitada por la Fundación Ciencia y Evolución- no supo contestar, pero asumió como un reto el poder hacerlo. Se convirtió en consejera científica de Chemestry.com (filial de Match.com en Estados Unidos) y rápidamente se dio cuenta de que el sitio web era una herramienta incomparable para investigar ese tema.
-Empecé a reflexionar sobre eso y finalmente creé un cuestionario que hoy está en el sitio web de Match.com en 40 países y al que han respondido ocho millones de personas. Eso me ha permitido estudiar quién atrae a quién -dice.
Los seres humanos, explica Helen Fisher, tienen dos tipos de personalidad. Está el carácter que corresponde a todo lo que uno cree, hace, dice y piensa por las experiencias de vida que ha tenido. Y luego está el temperamento, que son todas las características de una persona que tienen origen biológico.
-Hay gente que es más curiosa que otra, o más porfiada o más optimista y eso es parte de su temperamento. Si uno divide la personalidad en estas dos cosas, la experiencia y el temperamento, hay muchas razones culturales que explican que nos enamoremos de una persona y no de otra. Pero también hay razones biológicas.
Es una convicción a la cual Helen Fisher llegó después de un largo proceso de investigación que sigue completando hoy en día. En primer lugar, la antropóloga se concentró en averiguar qué químicos del cerebro están asociados a los distintos rasgos de personalidad. Se encontró con que existen cuatro sistema químicos que están presentes en todas las personas y que corresponden a distintas constelaciones de rasgos de personalidad. Estos sistemas son el de dopamina, el de serotonina, el de testosterona y el de estrógeno. Todos tenemos estos químicos, pero en combinaciones distintas. Helen Fisher explica que el que domina en cada persona es el que determina su temperamento. Por eso identificó cuatro tipo de personalidades.
-A la gente que expresa más dopamina en su cerebro la llamo "exploradores". Tienden a ser personas que buscan siempre la novedad, son espontáneas, impulsivas, curiosas, creativas, energéticas, flexibles y abiertas de mente. El segundo tipo de personalidad son los "constructores", que expresan mayoritariamente serotonina en el cerebro. Tienden a ser tradicionales, convencionales, cautos, sociables. Son personas que tienen muchos amigos, muchas redes, a las que les gusta respetar las reglas y la autoridad. Son personas meticulosas, concienzudas, leales, generalmente más religiosas que otras -explica Helen Fisher.
Las otras dos categorías son los "directores" -con un sistema de testosterona imperante- y los "negociadores", cuyo sistema de estrógeno y occitocina está más desarrollado. Los primeros son analíticos, lógicos, directos, buenos para tomar decisiones, escépticos, obstinados, ambiciosos, a veces agresivos, pero generalmente capaces de contener sus emociones. Son buenos para las matemáticas, la computación y la mecánica. Los segundos son imaginativos, intuitivos, buenos para expresar sus emociones, empáticos e idealistas.
Atracción natural
En "Why Him Why Her", Helen Fisher cuenta que le encanta estar cerca de gente enamorada. Le gustan la energía y el encanto que emana de ellos. Por eso disfrutó particularmente el matrimonio de Patrick, un periodista de Nueva Orleans, y Suzanne, una abogada de la Jolla. Ellos son una pareja que se conoció a través de Chemistry.com. Cuando ambos, en una ceremonia íntima, pronunciaron el "sí", la antropóloga esperó que al joven matrimonio le fuera bien. Pero más allá de su esperanza, tenía fundamentos para pensar que así sería.
-Tenía razones para ser optimista sobre su matrimonio. Sabía algunas cosas sobre sus personalidades porque ambos habían hecho mi test de personalidad (...) y me habían contado qué resultados habían obtenido. Esa información me daba la seguridad de que el perfil químico de Patrick complementaría el de Suzanne y que juntos crearían un cóctel biológico y químico que los mantendría cautivados el uno por el otro durante años -escribe la experta en su libro.
Durante su investigación, Helen Fisher no se limitó a identificar las cuatro constelaciones de personalidad del ser humano. Estudiando las respuestas de 40 mil personas al cuestionario (ver recuadro para hacer el test) que Match.com subió a sus sitios web también pudo enterarse de quién atrae a quién.
Según la antropóloga, las combinaciones no varían mucho.
-A los exploradores generalmente los atraen otros exploradores. Quieren a alguien como ellos que se anime a nadar desnudo a las 12 de la noche o a estar siempre dispuesto a probar nuevas comidas exóticas. Los constructores también tienden a emparejarse con constructores, porque la gente tradicional prefiere a las personas tradicionales. Y los directores y negociadores se atraen mutuamente. Éstos son patrones naturales -dice.
Helen Fisher no ha tenido la oportunidad de comprobar científicamente que esas combinaciones amorosas duren en el largo plazo, porque quienes respondieron a su cuestionario fueron personas que buscaban pareja online y que una vez que lo lograron desaparecieron. Sin embargo, cuenta que uno de sus alumnos de la Universidad de Rutgers estudió 211 parejas que llevaban largos años casadas y la mayoría de ellas confirmaban la teoría de la antropóloga.
-Eran exploradores casados con exploradoras. Constructores con constructoras y directores casados con mujeres negociadoras. Entonces, tengo información de que la atracción inicial funciona a largo plazo en tres de los cuatro patrones que identifiqué.
Helen Fisher asegura que de las cuatro combinaciones no existe una que sea mejor que la otra. Sino que cada relación de pareja enfrentará sus propios retos. Los exploradores, por ejemplo, siempre se entretendrán juntos, pero puede que tengan problemas de adicción, o por ser tan impredecibles. Los constructores en cambio tenderán a discutir mucho porque les gusta que las cosas se hagan a su manera.
Además, la especialista explica que todos tenemos más de un tipo de personalidad. Ella por ejemplo es Exploradora/Negociadora. Es decir, que las hormonas que más expresa su cerebro son la dopamina, en primer lugar, y luego el estrógeno. El temperamento secundario de cada uno también influye en el tipo de relación que establece con su pareja.
Nuevas aplicaciones
Cuando Helen Fisher terminó de escribir "Why Him Why Her", su foco de investigación seguía siendo el amor. Pero las reacciones de la gente poco a poco llevaron su trabajo a abarcar nuevas aristas. La especialista cuenta que su editor, tras leer una de las primeras versiones del libro, la llamó y le dijo: "Por fin entiendo a mi hijo". Un tiempo después, una amiga suya le diría: "¿Te acuerdas que siempre te digo que soy distinta del resto de mi familia? ¿Que mi madre me quería, pero siempre me decía que yo era diferente?", y Helen Fisher se dio cuenta de que probablemente era una exploradora viviendo en una familia de constructores.
-Ahora veo con claridad cómo estos tipos de personalidad basados en la biología pueden ser útiles en distintos aspectos de la sociedad y no sólo en el emparejamiento. Por cierto ayuda a mantener relaciones a largo plazo porque la mayoría de la gente no cambia y uno tiene que aprender a superar los obstáculos en el camino, pero esto también tiene aplicaciones en los negocios, por ejemplo -dice.
El trabajo con el mundo empresarial se ha convertido precisamente en una de las principales áreas de desempeño de Helen Fisher hoy en día. La experta cuenta que numerosas empresas han pedido sus servicios para identificar mejor el perfil de sus clientes o de posibles empleados.
-Les enseño a identificar los distintos tipos de personalidad para que sepan si su cliente es un constructor, por ejemplo. Los entreno para que miren cómo se mueve una persona o para que se fijen en las palabras que usa. También pueden buscar información sobre personas que les interesa e interpretarla: alguien que en su tiempo libre construye modelos de trenes es probablemente un constructor; el que en cambio se encierra en el garaje a arreglar su moto lo más seguro es que sea director. Y una persona a la que le gusta esquiar fuera de las pistas no es ni lo uno ni lo otro.
 
Además de desarrollar esta nueva aplicación para sus conocimientos -que debiera ser el tema de su próximo libro- Helen Fisher está dando un paso más en su investigación científica: hoy quiere conocer el origen genético de los tipos de personalidad.
-Estoy haciendo un nuevo estudio. La idea es que la gente que responde a mi cuestionario además me deje tomarle una muestra de ADN para enviarla a un laboratorio. Hoy sigo procesando los datos que ya tengo, pero analizando realmente la genética de estos cuatro tipos de personalidad.

Por Daniela Mohor W. Ilustraciones: Francisco Javier Olea..

Publicado el 14/09/2010

Fuente: Revista Ya