Jueves 29 de Mayo de 2025
La adicci�n al gimnasio: Vigorexia o complejo de Adonis

Probablemente si usted va regularmente a un gimnasio conozca a alguien que responda a este perfil: obsesi�n por verse musculoso, miradas continuas al espejo, continuas visitas a la b�scula, abandono de casi todas las actividades sociales, dedicaci�n casi exclusiva al gimnasio y a entrenar sin un objetivo claro, dietas ricas en prote�nas, "demasiado" inter�s por anabolizantes y dem�s productos dopantes.

Entonces es muy probable que conozca a alguien que padece un serio trastorno: la vigorexia.

Una no tan rara enfermedad.

El grupo dirigido por el siquiatra Harrison G Pope del Hospital McLean (Belmont, EE.UU) acu�� este t�rmino (todav�a no est� reconocida como enfermedad por la comunidad m�dica internacional) tras estudiar una muestra significativa de los nueve millones de americanos que frecuentan los gimnasios. Seg�n sus datos, en torno a un mill�n podr�a estar afectados de un desorden emocional que les impide verse como en realidad son. Por m�s entrenamiento que realicen, o musculatura que consigan siempre se ven d�biles, enclenques y carentes de cualquier atractivo f�sico.

Seg�n estos estudios, este desorden emocional puede evolucionar a un cuadro obsesivo-convulsivo que hace que los afectados se sientan fracasados, abandonen todas sus actividades sociales e incluso laborales para entrenar sin descanso. F�cilmente comienzan a consumir dietas desequilibradas, ricas en prote�nas para, en teor�a, favorecer la hipermusculaci�n. Poco a poco empiezan a interesarse por los "beneficios" de anabolizantes, hormonas del crecimiento, y dem�s productos dopantes llegando a invertir grandes sumas de dinero en la adquisici�n de estos productos. La dificultad de conseguirlos obliga a recurrir al mercado negro donde aparecen productos fraudulentos, adulterados, y sin ninguna garant�a sanitaria. A su vez, el gasto ocasionado por esta obsesi�n puede sumarse al bajo rendimiento (o incluso al fracaso laboral), poniendo en serio peligro su propia situaci�n econ�mica y la de su familia.

A los problemas de aislamiento social y laboral se le suman los derivados de este ritmo de vida. Alteraciones nutricionales, metab�licas, androgenizaci�n por los anabolizantes, deformaciones �seas y problemas articulares por la hipertrofia y el sobreesfuerzo muscular.

Ha sido llamada la anorexia masculina.

O la anorexia reversa. Aunque ninguno de los dos nombres sea totalmente adecuado. El propio Dr HG Pope, que describi� la enfermedad por primera vez en 1993, la bautiz� como la anorexia reversa, pero en sus �ltimas obras prefiere usar el t�rmino de "Complejo de Adonis". Desde luego, aunque los hombres son los principales afectados por la vigorexia, es una enfermedad que tambi�n afecta a las mujeres. Por otro lado, aunque comparte ciertos aspectos con la anorexia, la bulimia, la dismorfia corporal, y otros trastornos de la alimentaci�n, la vigorexia tiene algunas caracter�sticas propias.

Caracterter�sticas comunes de la anorexia y la vigorexia

1. Preocupaci�n por la figura (tiran�a de la b�scula).
2. Autoimagen distorsionada (poco atractivos para el sexo opuesto).
3. Baja autoestima.
4. Introvertidos.
5. Factores socioculturales.
6. Tendencia a la automedicaci�n.
7. Edad de aparici�n.
8. Modificaciones de la dieta.

Diferencias básicas entre la Bigorexia y la Anorexia
  Anorexia Vigorexia
Autoimagen Obeso Débil,enclenque
Sexo del Paciente Más frecuente en la mujer Más frecuente en el hombre
Automedicación Laxantes,diuréticos Anabolizantes

Un tratamiento relativamente complejo, pero posible.

Aunque no cabe duda que en el desarrollo de esta enfermedad cuenta mucho los factores socioculturales (el culto al cuerpo, los c�nones de belleza modernos...), tambi�n est�n relacionados con desequilibrios de diversos neurotransmisores del sistema nervioso central, y m�s concretamente de la serotonina. Por ello, se puede recurrir para el tratamiento de esta enfermedad a f�rmacos que act�en sobre estas sustancias. Sin embargo, la terapia fundamental es de tipo sicol�gico. El objetivo es modificar la conducta del sujeto, recuperando su autoestima y superando el miedo al fracaso.

No se debe confundir con la pr�ctica habitual de alg�n deporte.

La pr�ctica habitual de alg�n deporte tiene numerosas ventajas y no debe ser confundida, ni se considera factor de riesgo para padecer la vigorexia. Los estudios realizados hablan de una incidencia relativamente baja entre los asiduos a los gimnasios y deportistas aficionados. Aunque no hay datos concluyentes en Espa�a, algunos c�lculos situar�an en torno a 20.000 los pacientes afectados por la vigorexia, frente a m�s de 700.000 afectados por la anorexia. Sin embargo, parece prudente conocerla y prevenirla.

�Prevenci�n con la moda del siglo XXI?

Aunque est�n claramente identificadas ciertas alteraciones bioqu�micas a nivel cerebral que est�n relacionadas con estas patolog�as, para la mayor�a de los expertos los modelos socioculturales del mundo actual tienen gran responsabilidad en todos ellos.

Para algunos especialistas la anorexia, los trastornos de la alimentaci�n inespec�ficos, la bulimia, la vigorexia, o la dismorfia corporal, son entidades �ntimamente relacionadas, cuando no s�ntomas diversos de una misma obsesi�n por la aceptaci�n social, el culto al cuerpo, y el deseo de tener una "imagen perfecta" seg�n determinen los c�nones de la moda.

Como en cualquier patolog�a, la mejor soluci�n es la prevenci�n. Aunque ser� dif�cil conseguirla si los medios de comunicaci�n siguen preconizando valores sociales basados en la imagen.

Mientras tanto padres, educadores, monitores deportivos... tienen la gran responsabilidad de educar desde la infancia a defenderse de modelos esterotipados, del culto excesivo al cuerpo y a la imagen, y de la obsesi�n por la perfecci�n. C�mo dice la escritora Almudena Alb� en su libro "Tu cuerpo es tuyo" (editorial Aguilar) lo ideal no es el canon de belleza impuesto por las revistas de belleza y los modelos publicitarios, sino estar contenta con uno mismo y aceptarse como se es.

Consecuencias de la Vigorexia

Cuando la persona practica deportes rutinariamente hasta extenuarse el organismo comienza a producir estas sustancias para aliviar los s�ntomas, y esto le permite poder continuar el trabajo por m�s tiempo cada d�a. A medida que pasa el tiempo se requerir� una cantidad cada vez mayor para poder soportar el dolor, lo que acarrear� serias consecuencias. Todo esto lleva al desarrollo de una verdadera adicci�n a las endorfinas. Debe prestarse mucha atenci�n al dolor, por que es una se�al de alarma de las posibles consecuencias del sobre-entrenamiento.

Numerosos problemas org�nicos y lesiones pueden aparecer cuando la pr�ctica deportiva es excesiva.

Las desproporciones entre las partes corporales son muy frecuentes, por ejemplo, un cuerpo muy voluminoso con respecto a la cabeza.

La sobrecarga de peso en el gimnasio repercute negativamente en los huesos, tendones, m�sculos y las articulaciones, sobre todo de los miembros inferiores, con desgarros y esguinces.

La alimentaci�n es otro problema muy frecuente e importante, ya que consumen muchas prote�nas e hidratos de carbono y poca cantidad de grasa en un intento de favorecer el aumento de la masa muscular. Ocasion�ndoles muchos trastornos metab�licos.

El uso de anab�licos es tambi�n otra consecuencia que se asocia a la vigorexia, en un intento de mejorar el rendimiento f�sico e incrementar el volumen de sus m�sculos. Con el uso de estas sustancias no se obtiene ning�n beneficio, sino todo lo contrario, ya que producen muchos trastornos en el organismo como masculinizaci�n e irregularidades del ciclo menstrual en las mujeres, acn�, problemas card�acos, atrofia testicular, disminuci�n de la formaci�n de espermatozoides y retenci�n de l�quidos, entre otros.

Es importante tener en cuenta que estas drogas no aumentan la fuerza muscular, la agilidad ni la resistencia.

Tratamiento

Si bien se ha comprobado la existencia de trastornos en los niveles de diversas hormonas y mediadores presentes en la transmisi�n nerviosa en el sistema nervioso central, los principales factores desencadenantes involucrados son de tipo cultural, social y educativo, a los que estas personas est�n expuestas continuamente.

Por ello, el tratamiento debe enfocarse a modificar la conducta y la perspectiva que tienen sobre su cuerpo.

El entorno afectivo, amigos y familiares, cumple una funci�n muy importante en su recuperaci�n, al brindarle apoyo cuando intentan disminuir su programa de ejercicios a rutinas m�s razonables.

Es necesario disminuir el entusiasmo y la ansiedad por la pr�ctica deportiva intensa logrando que se interesen por otras actividades menos nocivas para su cuerpo.

El hecho de desear la imagen corporal ideal no implica necesariamente que la persona padezca alg�n trastorno psicol�gico, pero siempre debe estarse muy atento ya que las probabilidades de que s� aparezca son mayores en �stas personas.

Fuentes:
www.latinsalud.com
www.mifarmacia.es

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