¿Piel seca o tirante? es el momento de hidratar

¿Has notado la piel más seca y tirante? ¿Sientes la necesidad de encremarte varias veces al día? ¿O te mojas la cara continuamente? Lo cierto es que con estas acciones no estamos solucionando el tema de la hidratación, que es algo bastante más global que una piel "encremada" o plagada de gotas de agua. En términos muy precisos, una piel hidratada debe contener un 70% de agua en las capas profundas (dermis) y entre un 10 y un 13% en la superficie (epidermis), lo que redunda en una piel sana y tersa. Si dicho equilibrio se rompe pierde elasticidad y flexibilidad, los dos factores que conforman una piel hidratada. Un punto muy importante es que, de mantenerse la descompensación de agua, este órgano se vuelve cada vez más vulnerable a todo tipo de agresiones de agentes externos.

Por eso, cuando en cosmética se habla de hidratación, se refiere al proceso que actúa desde dentro hacia fuera. ¿Y porque es tan importante? Razones hay muchas. El clima seco, el sol del verano, el aire acondicionado, los cambios bruscos de temperatura, la mala alimentación, el cigarrillo y el paso de los años son factores que producen excesiva resequedad de la piel, alterando de esta manera la capa hidrolipídica (humectación natural). El resultado de esta degradación son esas pieles opacas, escamosas y tirantez (que odiamos sentir, por cierto). Para reestablecer de manera interna la humedad normal de la piel tenemos que mantener una buena dieta, ingerir dos litros diarios de agua como mínimo usar agua tibia y jabones neutros en el baño, disminuir hábitos como el tabaquismo y evitar cambios bruscos de temperatura.

Desde afuera

Externamente nuestras armas son los productos cosméticos, pero teniendo presente que son un complemento de lo anterior. Por ello, la elección de una buena crema que hidrate, o sea, que actúe profundamente, es fundamental. Entre lo más novedoso que ofrece la industria están los tratamientos "autohidratantes", cuyo principio es "enseñar" a la piel a reactivar su sistema de hidratación natural y estimular sus propios agentes hidratantes, para así formar un escudo de lípidos (ceramidas, ácidos, colesterol, entre otros) que controlen la pérdida imperceptible de agua en la piel.

Un consejo. No hay que restarle valor a la ingerencia de los sistemas de climatización artificial de ambientes, tanto el aire acondicionado como la calefacción, en la deshidratación de nuestra piel. Esta se demora cerca de una semana en adaptarse a un cambio de clima, pero quienes vivimos en la ciudad podemos pasar, en 5 minutos, de un ambiente interior con un 30% de humedad promedio, al aire libre, donde este porcentaje se eleva entre el 70 y el 100%.

Piel saludable, piel bonita

A partir de los 25 años nuestras células dejan de reproducirse con la eficacia con la que lo hacían antes, e irremediablemente comenzamos a envejecer. Es en ese momento cuando hay que poner especial atención en mantener hidratado el rostro, ya que con ello contribuimos a retrasar la aparición de arrugas y líneas de expresión. Una loción o crema hidratante, de acuerdo con la edad y tipo de piel, evita que el agua de la capa córnea se pierda, al tiempo que la fija en el interior de las células. Por eso una crema hidratante es lo mínimo para mantener la piel en condiciones.

La genética determina nuestro tipo de piel. Pero la aplicación de productos hidratantes contribuye a mantenerla a niveles normales. Por eso es fundamental elegir la hidratante adecuada en función del tipo de piel:

Sensible: Este tipo está aumentando cada vez más debido a las condiciones de vida actuales, a los efectos ambientales y la intolerancia a ciertos componentes de los productos cosméticos. Presenta rojeces y zonas irritadas.

Seca: La piel tiende a secarse con la edad. En general es poco luminosa, áspera y presenta descamación, sobre todo en invierno, cuando está más tirante.

Mixta: Es la que más predomina. Es una combinación de piel seca y grasa. Las zonas grasas son nariz, frente y barbilla, donde se aprecia un cierto brillo y es habitual la aparición de espinillas. En las mejillas y contorno de ojos falta hidratación, y las arrugas aparecen de forma prematura.

Grasa: El rostro, en general, está brillante y sus poros son visibles. Aunque se crea lo contrario, también necesita hidratación, ya que el igual que las demás pierde agua a diario. Para hidratarla se recomiendan geles, que además de aportar agua, matifiquen la tez.

Publicado el 05/12/11
Fuente: Publimetro


Contacto: contactenos@adelgace.cl
Celular: +569 7497 6497 / Santiago de Chile