Probarán en humanos inyección que reduce la grasa corporal

Un nuevo tratamiento en la lucha contra el sobrepeso y la obesidad promete sumarse a la actual oferta médica con esperenzadores resultados. Se trata de una droga inyectable creada por el Anderson Cancer Center de la U. de Texas (EE.UU.), que es capaz de matar las células de grasa del cuerpo y que será probada en humanos tras pasar con éxito las pruebas en ratas y monos.

En estos últimos, no sólo logró reducir en un 11% su peso corporal. También estos disminuyeron su índice de masa corporal (IMC) y la circunferencia de cintura. Incluso, el peso, la circunferencia abdominal y el IMC (proporción de peso y estatura) seguían bajando tres semanas después de haber finalizado el tratamiento. Además, mejoraron su resistencia a la insulina, un indicador que lleva al desarrollo de diabetes tipo 2. Los exámenes de resonancia magnética confirmaron una disminución sustancial en la grasa corporal entre los animales tratados.

La inyección destruye en forma selectiva el flujo sanguíneo del tejido adiposo, lo que hace que las células de grasa mueran y sean reabsorbidas por el cuerpo.

Según publica Science Translational Medicine, podría convertirse en una alternativa no quirúrgica a los actuales medicamentos para perder peso, que lo intentan por la vía de controlar el apetito o impedir la absorción de grasas en la dieta.

Para crear la terapia, los científicos del Anderson Cancer Center diseñaron un fármaco capaz de identificar la proteína que está ubicada en la superficie de los vasos sanguíneos que "alimentan" a la grasa blanca, que es la que se acumula preferentemente en la zona abdominal. A esta proteína le agregaron otra, de origen sintético, que destruye el vaso sanguíneo y activa la muerte de la célula adiposa, por lo que ésta es reabsorbida por el organismo y metabolizada, hasta desaparecer para siempre.

"Adipotide", nombre con el que fue bautizada la droga, será probada ahora en hombres obesos que, además, sufren de cáncer de próstata. A ellos se les inyectará la droga durante 28 días seguidos, a fin de reducir su peso corporal y disminuir sus riesgos de salud para iniciar el tratamiento de su cáncer.

"La obesidad es un factor de riesgo para desarrollar cáncer, aproximadamente, el equivalente del consumo de tabaco, y ambas son potencialmente reversibles", dijo en la publicación el coautor principal de la investigación, Wadih Arap. "A los pacientes obesos con cáncer les va peor en la cirugía y en la radioterapia o la quimioterapia; en esas condiciones todo se puede ver agravado".

Tanto en el experimento realizado en ratones como en monos, estos no tuvieron cambio de dietas ni en el patrón de ejercicios al que estaban acostumbrados. El único efecto secundario estuvo relacionado con los riñones, pero los investigadores dijeron que esto era esperable y sin ningún impacto sanitario.

Pruebas en monos

Renata Pasqualini, autora del estudio, explica que el metabolismo de los ratones y el control de su apetito y saciedad son muy diferentes a los de los primates, incluidos los seres humanos. De allí que los resultados en monos (11% de pérdida de peso) sean tan importantes, porque entregan un a aproximación más certera de cómo funcionará la terapia cuando se aplique en humanos.

Publicado el 12/11/11
Fuente: Biut


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