Se modificará proyecto que prohíbe venta de alimentos ricos en grasas en universidades

Tras siete horas de reuniones, conversaciones en pasillos y una agria discusión en la sala del Senado, finalmente el Gobierno y la Concertación pactaron que el proyecto de ley sobre "composición y publicidad de los alimentos" volviera a la comisión mixta para cambiar, al menos, algunos de los polémicos artículos que incluye la moción.

El acuerdo, del que dio cuenta el presidente del Senado, Guido Girardi, incluye la modificación de la prohibición de venta de alimentos considerados ricos en grasas, azúcares o sodio en establecimientos de educación superior, para acotar la exclusión a los recintos de educación básica y media.

También se revisará la prohibición de publicitar los sucedáneos de la leche materna.

Pese a que el Gobierno consideró "un triunfo" que no se votara el proyecto tal como estaba -ya que la oposición tiene la mayoría en la Cámara Alta y podría haberlo aprobado sin necesitar de votos de la Alianza-, al menos explícitamente no se anunciaron cambios a otras medidas polémicas incluidas dentro del texto, como la prohibición de publicitar los alimentos que aparezcan como "altos en" sobre alguno de los indicadores, prohibición que se mantiene a los productos destinados a menores de 14 años, y acota la publicidad de los productos dirigidos a otros grupos etarios al horario después de las 22:00 horas.

El ministro de Salud, Jaime Mañalich, encabezó junto al ministro de la Segpres, Cristián Larroulet, la ofensiva oficialista junto a los senadores Francisco Chahuán (RN) y Gonzalo Uriarte (UDI) para frenar el proyecto y hacerle cambios, y centraron la negociación con los senadores Fulvio Rossi y Guido Girardi, algunos de los promotores de la moción.

Mañalich dio el argumento de que "esta ley del 'Súper 8' -en alusión a la imposibilidad de adquirirlo en universidades- sobrerregula materias que son propias de reglamentos del Ministerio de Salud y coarta las libertades de personas adultas".

Rossi respondió que el titular de Salud cedió ante la presión de los industriales asociados en la Sofofa, afirmando que se dio "una, dos y tres vueltas de carnero", refiriéndose a un supuesto cambio de posición de parte del Gobierno durante el trámite de la ley.

Personeros oficialistas aseguraron que, al momento de hacerle cambios al proyecto, la comisión mixta no recibió al ministro de Salud, y al subsecretario de Economía Tomás Flores lo invitaron pero éste no habría tenido posibilidad de exponer los puntos del Gobierno ante la instancia.

Aunque el proyecto fue ampliamente criticado por las autoridades de Gobierno, Mañalich rescató de éste la imposibilidad de asociar los alimentos a ciertos juguetes, como ocurre en el caso de la "cajita feliz" que ofrecen cadenas de comida rápida, y de la prohibición de venta de comida rica en grasa, azúcar y sal en colegios, "ya que esto tiene concordancia con la estrategia que hemos trazado con el ministerio de Educación para hacer escuelas más saludables".

Según el senador Francisco Chahuán, el nuevo trámite en la comisión mixta "será rápido. Podemos tener listos los cambios y en una semana tener la nueva ley".

Ahora la autoridad pretende incluir en el reglamento sanitario de los alimentos varias de las propuestas que están en el proyecto de ley para avanzar, por ejemplo, a la regulación máxima de los niveles de sodio, azúcares y grasas en los alimentos ya procesados, como hot dogs y hamburguesas.

Ahora la decisión del Senado de devolver el proyecto a la comisión mixta debe ser ratificada por la Cámara de Diputados. Si ésta no lo acepta -algo poco probable, porque el oficialismo tiene mayoría- la Cámara Alta acordó aprobar el proyecto tal como está actualmente y dejar así al Presidente Sebastián Piñera la facultad de aplicar el veto presidencial a parte de las propuestas incluidas en la iniciativa legal.

Rotulado, en segundo planoEl origen del proyecto, en discusión más de tres años, es el rotulado que deben llevar los alimentos en cuanto a los nutrientes que aportan a la dieta diaria de una persona. Originalmente se planteó un "semáforo" que explicara los peligros de cada producto, pero finalmente se eligió el rotulado "GDA", que ya está presente en 3.000 productos, como cereales y golosinas. La discusión sobre los cambios al proyecto no incluyen esta parte del texto legal, pese a que el senador Girardi aseguró que es incomprensible para la mayoría de los chilenos, y que muchas empresas esconden los niveles reales de sal y azúcar de sus alimentos.

El presidente de la Cámara Nacional de Comercio, Carlos Eugenio Jorquiera, expresó que si bien la CNC -que agrupa a 30 mil empresas en el país- está a favor de iniciativas que mejoren la salud y la calidad de vida de los chilenos, el proyecto restringe y violenta principios fundamentales, tales como la libertad de comercio y la libertad de las personas de comprar de manera responsable e informada. "El camino para combatir problemas tan graves como la obesidad es la información y la educación (...) Es muy riesgoso que por un bien noble, iniciemos un camino equivocado como es restringir la libertad y responsabilidad de las personas", señaló Jorquiera.

Publicado el 14/04/11
Fuente: El Mercurio


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