Cirugías de la obesidad

El cirujano Marcos Berry explica las diferencias entre las cirugías más usadas cuando se necesita perder mucho peso.

? Bypass gástrico: cirugía irreversible en la que se corta el estómago y se conecta una pequeña parte de él con el intestino. El paciente reduce la cantidad de alimentos que come y también absorbe menos calorías. Se estima que a los dos años de practicada la intervención, la persona habrá reducido su peso entre un 75 y un 80 por ciento. Es la cirugía que exhibe un mayor riesgo de complicaciones; su índice de mortalidad es del 0,2 por ciento.

? Banding gástrico: consiste en una banda de silicona que se pone alrededor de la parte superior del estómago. Se ajusta a través de un dispositivo por el cual se inyecta suero para apretarla o soltarla. La banda queda puesta para toda la vida, pero si hubiera algún problema (cosa que ocurre en el 1 por ciento de los casos) se puede sacar. En dos días el paciente puede volver a su casa. A los 24 meses habrá perdido entre el 55 y el 60 por ciento de su peso.

? Balón intragástrico: se introduce por la boca un balón que, al llegar al estómago, se infla. Permanece ahí por unos seis meses, tiempo en el cual la persona debería cambiar sus hábitos alimenticios. Al retirarlo, cerca de la mitad de los pacientes recupera parte del peso perdido. Este método se recomienda en adolescentes y personas con entre 15 y 30 kilos de sobrepeso.

María Soledad Reyes, nutricionista del centro de nutrición y cirugía de la obesidad de la Clínica Las Condes, enfatiza que estas cirugías deben ir acompañadas por un plan que ayude a las personas a relacionarse con la comida de manera distinta a como lo hacían antes de la operación. Entre los consejos: comer lento y en un lugar tranquilo, fraccionar la alimentación en cinco o seis ingestas al día y no forzarse a comer más de lo que se es capaz.

Publicado el 14/12/11
Fuente: Revista Paula


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