Desde jóvenes a mujeres sobre 60 años recurren a esta operación:

La reducción mamaria entre las chilenas es más común de lo que se piensa

Es uno de los cuatro procedimientos de cirugía plástica más frecuentes, según estimaciones de los especialistas. Problemas físicos y psicológicos son los principales motivos que llevan a las mujeres a ir a pabellón.

Cristián M. González S.
En el campo de las cirugías plásticas femeninas, uno de los procedimientos más populares son los implantes mamarios. Sin embargo, así como hay mujeres que desean aumentar el volumen de su busto, hay otras que buscan disminuir lo que la naturaleza les dio en abundancia.

La reducción mamaria es una operación bastante frecuente. "No tenemos estadísticas, pero diría que lo que más se realiza es la lipoescultura, seguido por el aumento mamario, la abdominoplastia y luego la reducción mamaria", estima el doctor Dante González, de la Sociedad Chilena de Cirugía Plástica.

En la Clínica Alemana de Santiago, el cirujano plástico Gerardo Schwember estima que realiza una de estas operaciones por semana. "Son unas cincuenta al año, y creo que la mayoría de mis colegas hacen lo mismo".

A la consulta acuden mujeres de todas las edades. "Están disconformes con el tamaño de sus mamas. Habitualmente tienen problemas como dolores de espalda, de cuello, en los hombros; además de dificultades de tipo práctico, como vestirse o encontrar ropa adecuada", dice el doctor Rodrigo Cabello, cirujano plástico de Clínica Santa María.

"Es como tener una mochila puesta al revés, eso incide en la columna, en la postura corporal y provoca a veces alteraciones en la piel, ya que se irrita la zona debajo de la mama", agrega González.

A esos inconvenientes se agrega muchas veces un factor emocional.

"En la imagen corporal de la mujer, sin duda la percepción de las mamas es un aspecto relevante, pues tiene que ver con lo femenino, la maternidad, y también lo erótico y la seducción", explica Fernando Urra, psicólogo clínico de la Universidad Central.

Cuando esta imagen no se acerca a la ideal, surgen problemas de autoestima y de inseguridad, que llevan a una evaluación negativa del propio cuerpo y a evitar el contacto o la exposición con los otros.
"La cirugía es un mecanismo que ayuda a ajustar esta discrepancia psicológica", precisa el experto.

Si bien en la gran mayoría de las mujeres el exceso de volumen mamario se debe a un factor natural, también la maternidad y la obesidad son otros aspectos que contribuyen a aumentar el tamaño de las mamas con el paso de los años. "La mayoría se opera pasados los 35 años, incluso después de los 50 o 60. También se realiza en menores de 18 años, pero con una indicación muy precisa, pues aún están en desarrollo", precisa el doctor Cabello.

Agradecidas

La intervención tiene dos objetivos principales: reducir el tamaño y desplazar a una posición adecuada la aréola y el pezón, que suelen estar caídos debido al peso.

La reducción se realiza sacando tanto glándula mamaria como tejido adiposo (grasa), en proporciones que varían según cada paciente. "Se saca principalmente de la periferia, para evitar tocar la zona central de la mama y así dejar intacta la función de la glándula", precisa el doctor Schwember.

Por lo general se eliminan 250 a 300 gr en cada mama, pero puede llegar a eliminarse hasta un kilo. Fonasa e isapres cubren esta cirugía al haber razones médicas -dolor de espalda, por ejemplo-, y cuando la reducción es superior a los 300 gr por mama.

Tras la operación (ver infografía), la recuperación es rápida y con muy poco dolor postoperatorio. En una semana la mujer ya puede retomar su rutina, excepto la actividad física, que debe posponerse por un mes.
Si ya hay daño en la columna o una mala posición, se envía a tratamiento kinésico. Como precisa el doctor Cabello: "Las mujeres suelen quedar muy agradecidas y contentas; les cambia la vida".

Tamaño

280 gr pesa en promedio una mama normal, lo que equivale a un sostén copa B. En la reducción mamaria se extrae, habitualmente, una cantidad similar de tejido.

BBC

Publicado el 19/08/11
Fuente: El Mercurio


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