Jornada de trabajo se realizó en el Congreso Nacional este lunes y martes:

Discusión por etiquetado de alimentos cerró la Cumbre contra la Obesidad en Valparaíso

Ministro de Salud señaló que el despacho de la nueva ley debiera ser de fácil aprobación, porque hubo un acuerdo político parlamentario que originó el proyecto que actualmente se tramita.

Nadia Cabello y Ximena Pérez
La última jornada de la Cumbre de las Américas y el Caribe sobre la prevención de la obesidad y enfermedades crónicas no transmisibles -realizada en el Congreso Nacional- tuvo como eje el etiquetado y la publicidad de los alimentos.

En momentos en que el Congreso se apresta a despachar la nueva Ley de Etiquetado de Alimentos Envasados (ver relacionada), el expositor y presidente del Senado, Guido Girardi, criticó el sistema de información nutricional del país. A su juicio, "no se entiende. Si una mamá supiera que al dar una Coca-Cola de 550 cc a su hijo le está dando doce terrones de azúcar, seguro no se la daría".

Lograr un diseño comprensible será el desafío de un grupo de expertos, de acuerdo a la ley que se tramita actualmente, que catalogará con el concepto "alto en" a los alimentos elaborados que sobrepasen los límites recomendados de grasa, azúcar y sal.

El presidente de la comisión de salud de la Cámara, Javier Macaya, dijo que ese trámite "de ninguna manera será fácil, porque hay diferencias, por ejemplo, respecto de a quiénes se les pedirá el etiquetado... ¿a un comerciante de completos o de mote con huesillos también? La ley tiene que tener cierta racionalidad".

Sin embargo, el ministro de Salud, Jaime Mañalich, quien participó en el cierre de la Cumbre, aseguró que "hubo un acuerdo parlamentario transversal que dio luz al proyecto de etiquetado de alimentos y, por eso mismo, no creo que haya ninguna dificultad para que una vez que se someta a discusión lo aprueben".

Girardi fue uno de los más críticos expositores, y señaló que las políticas públicas que buscan promover una vida sana y bajar los índices de obesidad del país, como el programa Elige Vivir Sano, "no son suficientes. Son más bien una gota en un océano".

Eso sí, destacó que de insistir en iniciativas que restrinjan la venta de comida chatarra e informen a la población, "habrá una oportunidad enorme para la industria alimenticia saludable y la misma gente, al preferir esos productos, hará decaer la industria de alimentos poco sanos".

Ayer fueron expertos y representantes de la industria alimentaria quienes debatieron acerca del mejor sistema de etiquetado.

El intercambio de opiniones, por algunos minutos tenso, tuvo en la discusión a Philip James, presidente de la International Task Force, quien se inclinó por el sistema de "semáforo", que cataloga a los alimentos más saludables con verde y a los más dañinos con rojo. "Es fácil de entender para toda la población, independiente de su nivel educacional", dijo.

Por su parte, Marisol Figueroa, gerenta de ChileAlimentos, reconoció la necesidad de mantener un sistema de etiquetado, aunque señaló que hay que educar a la población respecto de su aplicación. "Hay estudios que señalan que el semáforo no es aplicable a la idiosincrasia chilena y se prestaría para confusión", dijo.

Jaime Dinamarca, gerente de asuntos regulatorios y medio ambiente de la Sofofa, destacó que la aplicación de un semáforo afectará "al 30% de los productos envasados y resulta que muchos alimentos que hoy día son considerados sanos, como el yogur o el quesillo, quedarían con luz roja".

Iniciativa legal fue presentada en 2007 y su avance depende de proyectos del Ejecutivo

Pese a estar con suma urgencia, el proyecto de ley sobre composición nutricional de los alimentos y su publicidad -cuyo tramite partió en marzo de 2007- hoy está detenido en el Parlamento, a la espera de dos proyectos de ley que se comprometió a enviar el Ejecutivo, relacionados con la publicidad y la forma en que se implementarán en los colegios a lo menos tres bloques semanales de Educación Física.

Esta fue la condición del acuerdo entre el Gobierno y la Concertación para aprobar el veto presidencial a la normativa, por lo que sólo cuando el Ejecutivo envíe los otros dos proyectos para su tramitación al Congreso, el de la composición nutricional de los alimentos -que ya fue aprobado por la Comisión Mixta de Salud- será visto por la sala del Senado y luego por la de la Cámara de Diputados.

La iniciativa legal plantea la obligación de rotular los alimentos con una etiqueta clara y nítida que informe sobre la composición nutricional y además que se establezca una advertencia que señale, por ejemplo, que un producto es alto en grasas, en calorías o en sal.

Además, se plantean restricciones a la publicidad y a la venta y promoción a menores de 18 años en educación básica, media y parvularia.

El veto presidencial redujo el ámbito de aplicación de la ley sólo a "alimentos envasados", y no a todos los alimentos en general, como planteaba el proyecto, y además prohíbe la publicidad de la comida chatarra a los menores de 14 años y no en general, como se planteaba antes.

Junto con ello, eliminó la exigencia de realizar tres bloques de educación física en los colegios, reemplazándolo sólo por la obligación de promover hábitos de vida saludable. Por ello, esta materia será tratada en otro proyecto de ley.

Además, se establece que el Ministerio de Salud tendrá la responsabilidad de determinar cuáles son los alimentos que presentan elevados contenidos de calorías, grasas, grasas trans, azúcares agregados u otros ingredientes similares. Y se precisa que dichos alimentos no se podrán comercializar en establecimientos de educación parvularia, básica y media, excluyendo a los de educación superior.

Publicado el 24/10/11
Fuente: Emol - Tendencias y Mujer


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