Flexitariana, una tendencia que mezcla una mente flexible con comida saludable

Son una especie de "vegetarianos" pero relajados. Si hay que comer carne, se come pero con prudencia y en baja frecuencia.

Más que una dieta para controlar el peso, ser flexitariana es seguir un modelo de alimentación equilibrado y sano. Específicamente, significa que la base de la dieta es vegetariana, pero que "de manera ocasional" y por diversas razones consumen productos de origen animal como mariscos, pescados, aves y carnes.

"El hecho de que este consumo no sea regular ni habitual, dentro de una dieta mayormente vegetariana, es lo que define a un flexitariano: no lo que come, sino la frecuencia con la que lo toma", afirman en el primer portal en español sobre flexitarianismo (www.flexitariano.org)

La tendencia salió a la luz con la publicación "The Flexitarian Diet: The mostly vegetarian way to lose weight, be healthier, prevent disease, and add years to your life", de la dietista Dawn Jackson Blatner en 2008.

Hoy es una propuesta ecológica, flexible, saludable, y sobre todo, "no no se cierra al mundo social, porque no siempre vas encontrar una la alimentación que se adapte a tus necesidades, por tanto, tienes que ser flexible al igual que frente a cualquier desafío de la vida", comenta el Dr. Andrés Ogino (www.doctorogino.cl).

El especialista en medicina Antroposófica, fitoterapia y homotoxicología, agrega que esta forma de alimentación se ajusta a las necesidades de hoy. "Es una dieta de transición para las personas que quieren hacer un cambio saludable en su régimen y es muy saludable".

En ese sentido, agrega que lo interesante es que la baja frecuencia en la ingesta de proteínas de origen animal no obliga al organismo a gastar demasiada energía en desintoxicarse ni sobrecarga al hígado ni a los riñones. "Puede ser una vez a la semana o menos y en cantidad hasta un cuarto menos de lo habitual. Es decir, si hablamos de un bife de 250 gr. ellos pueden comer entre 50 y 80 gr. de carne".

Escuchar al cuerpo

Los flexitarianos no son vegetarianos, vegetarianos flexibles ni semivegetarianos. No se quejan si aparece un pollo o unos camarones al ajillo en el menú familiar. Tampoco ponen cara de asco o tristeza si hay un pescado o un bife a lo pobre como plato principal. Sin más revuelo, comen con naturalidad, alegría y agradecimiento, como cualquier mortal que disfruta con la comida. Pero ojo, no forman parte de su alimentación diaria, solo es ocasional.

"Para un flexitariano comer algún producto de origen animal no constituye una transgresión a su modelo de dieta, mientras que para el vegetariano es una ruptura puntual de su modelo de alimentación, acompañado en algunos casos, de sentimientos de culpa", explican en flexitarianos.org.

Además, son enfáticos en señalar que un "flexitariano no tiene por qué consumir tanto carne como pescado. Puede optar, por ejemplo, por sólo consumir pescado y evitar la carne".

Para incorporarse a la dieta y obtener sus favores saludables, proponen disminuir progresivamente las carnes de la dieta y sustituirlas gradualmente por productos de origen vegetal, con textura y sabor similar. El objetivo, es dejar las carnes sólo para consumos ocasionales y si se consume, quitarles protagonismos. Además, indican que es importante optar por productos de ganadería ecológica y orgánicos, más sanos y nutritivos, aunque sean un poco más caros. Y alientan a preferir pescados sobre carnes blancas y a éstas sobre las carnes rojas.

"En cuanto nos adaptemos a una dieta mayormente vegetariana, notaremos sus beneficios a todos los niveles, descubriremos lo deliciosa y sabrosa que es, y difícilmente regresaremos a nuestra alimentación anterior".

Para el Dr. Andrés Ogino, esta dieta representa las necesidades biológicas del cuerpo y permite no entrar en conflicto con la sabiduría natural del cuerpo, que expresa lo que necesita.

"Se dice que las energías de origen animal acercan más a la tierra y las vegetales hacia el cielo. Si meditamos nos ayuda la dieta vegetariana, pero si quieres concretar cosas, fundar, hacer un trabajo determinando, una obra en el mundo terrestre te ayudará más la alimentación con proteínas de origen animal, pero me refiero a una cantidad pequeña, necesitamos entre 0,5 a 1 gr. de proteína por peso por kilo y en general, se sobrepasa esa cantidad exageradamente".

Publicado el 26/11/11
Fuente: Emol - Tendencias y Mujer


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