¿Bella y ecológica?: aprende a diferenciar la verdadera cosmética verde

Seguro quieres contribuir con el medio ambiente, pero puede que no sepas cómo, aquí te damos las pautas para aprender. por lo menos en el terreno de la belleza.

No es lo mismo un producto ecológico, que uno natural o uno orgánico. La química y especialista en el tema cosmético, Mercedes Meza, aclara que los cosméticos naturales contienen materias primas extraídas de la naturaleza, tanto vegetal como animal, prefiriendo los de origen vegetal. "Se abusa un poco del término, ya que sólo podemos tener yo creo que con mucho un 20% de ingredientes naturales en una fórmula, y el resto siguen siendo productos de síntesis. Para estar seguro que es natural debe ser certificado por organismos internacionales acreditados", explica la experta. Sandra Borsarelli agrega: "Si uno le pone agua hervida a un producto, ya deja de ser natural, porque fue intervenido, se le quitaron ingredientes al agua al ebullir".

Asimismo, Meza explica que los cosméticos orgánicos, para serlo, deben tener un 95% de ingredientes naturales vegetales, animales o minerales que hayan sido obtenidos y producidos orgánicamente, y no deben haber sido testeados en animales; además, los procesos de manufactura también deben ser controlados para que puedan certificarse como tales. Y los cosméticos ecológicos, como su nombre lo indica, deben respetar el medioambiente en toda su cadena de producción.

Borsarelli añade aquí un detalle importante "Hay una cosa que hay que tener en cuenta con los rótulos 'natural', 'orgánico' o 'ecológico' ya que cada uno está definido y normado en nuestro país. Muchos de los productos que Besa tiene son hechos con plantas propias que crecen orgánicamente, es decir, sin pesticidas, con semillas naturales. Pero yo no tengo certificación de aquello, por lo que no puedo llamar orgánicos a mis productos, les llamo naturales"

Y es que podemos elaborar algún producto a la usanza orgánica: basta con que sus ingredientes estén regados con agua de manantial, evitando pesticidas, o plantando una semilla natural, pero no es lo mismo. Hay que hacer también que el agua de manantial o río sea testeada, y comprobar que mis vecinos a la redonda no usen pesticida. "Generalmente los productos orgánicos son más caros, por tanto, en virtud de esa diferencia de precios, se debe exigir la certificación", explica Sandra.

Ante el éxito del mundo verde, se han creado agencias que certifican que un cosmético es ecológico. Las más importantes son la USDA (United States Department of Agriculture) en Estados Unidos, Ecocert en Europa y Soil Association en el Reino Unido.

Entre tanta oferta, ¿cómo discriminar? Mercedes Meza explica que es vital que cualquier tipo de producto cosmético debe ser fabricado en laboratorios serios, autorizados por el Instituto de Salud Pública (ISP), y contar con un registro de este organismo, incluídos los importados.

"En relación a sus ingredientes, de preferencia que no tengan colorantes, con bajas concentraciones de esencias (ya que estos aditivos tienden producir alergias e irritaciones) ,y lo principal, que tu propia piel lo acepte, porque las etiquetas pueden decir mucho pero tu propia experiencia te indica el cosmético adecuado a tu piel; no hay que dejarse llevar por el marketing", explica Meza. De manera taxativa pide que jamás compremos un cosmético en la calle, "especialmente maquillajes como sombras de ojos, mascaras de pestañas y labiales".

Por su parte, Jacqueline Varas, de Lush, da indicadores sencillos de seguir. "Fíjense en los aromas. Muchos huelen intensamente, y de manera natural es muy difícil que eso suceda. Por ejemplo, la vainilla. Naturalmente tiene un olor muy sutil, por lo que si algún producto tiene un aroma potente, eso es pura química".

La etiqueta es un detalle importante a la hora de comprar algo natural. Jaqueline aconseja no comprar algo que no se entiende lo que tiene. "En la medida en que más palabras 'raras' aparecen, más preservantes y colorantes tiene el producto. Siempre buscar la etiqueta original, fijarse si está escondida o si viene en otro idioma. No porque diga 'natural' lo es del todo".

La letra chica

Los productos naturales son efectivamente una alternativa a todos aquellos que aprecian lo más original y sin mayores intervenciones. Sin embargo hay detalles que es muy conveniente tener en cuenta.

- Es muy importante cuidar algunos productos, los que deben mantenerse a bajas temperaturas para conservar toda su riqueza. Por ejemplo, el agua de rosas debe refrigerarse, ya que su composición la hace más vulnerable.

- Asimismo, muchas cremas que son preservadas con agentes naturales vencen más rápido que aquellas que tienen preservantes sintéticos. Esto determinará que pueda llenarse de algún hongo, por ejemplo. Sobre este punto , Mercedes Meza explica la relativa duración que pueden tener estos productos: "Dependerá de los ingredientes de la fórmula; mientras más agua y extractos naturales tenga la formulación, mayor será la posibilidad de contaminación. El ácido sórbico, por ejemplo, es un preservante natural que se usa principalmente en los alimentos. Para saber la duración microbiológica de un producto hay que hacer estudios de estabilidad, y para que estos preservante sean útiles realmente se debe trabajar desde el comienzo en condiciones asépticas". De ahí que es importante la certificación del ISP en este tipo de productos.

- Los amantes de los animales y la naturaleza, ojo con los jabones, ya que los corrientes suelen ser hecho con grasa animal, y la alternativa natural está mayormente hecha de aceite de palma. Los corrientes tienen el problema de que en un 90% tienen grasa animal más preservantes y toda clase de químicos. Pero los segundos no están ajenos a complicaciones: la palma africana, de donde viene el aceite, genera la muerte total de un ecosistema y es responsable de la desaparición de los orangutanes. Lush, por ejemplo, hace dos años que dejó de utilizar aceite de palma y tiene una alternativa que no ocupa ninguna de estas dos materias.

- Y un dato. La mayoría de la gente piensa que el jabón líquido es más higiénico que el en barra, y es todo lo contrario. El líquido necesita aún más preservantes, y al funcionar por bomba de aire para salir, cada vez que es exprimido, entran bacterias que se alojan al interior de la botella.

Marcas verdes

Además de las marcas mencionadas en el artículo (Besa y Lush), en nuestro país cada día llegan más marcas internacionales de cosmética verde que conviene tener en cuenta. Estas son algunas:

Oriflame: Firma de cosmética natural sueca pionera en la elaboración de cosméticos hipoalergénicos a base de plantas. Sus fórmulas compuestas por ingredientes naturales activos no son testados en animales y son reciclables.

L'Occitane: Su nueva gama de productos unisex para el cuerpo, en base a oliva y tomate de huerta orgánica, está certificada por Ecocert. Su meta es respetar el equilibrio natural del mundo y reparar y proteger la piel al mismo tiempo.

Phyto: Desde su fundación en 1974 se caracteriza por su elevado porcentaje de principios vegetales en sus productos capilares naturales. No contienen aditivos, sólo un mínimo de conservantes y todos sus envases son reciclables (vidrio y aluminio).

Sanoflore: Su compromiso es el bienestar, calidad, medioambiente y mundo rural. Ellos mismos producen, destilan y crean. Su fuerte es la aromaterapia y la cosmética bio, certificada por Ecocert, a base de aceites esenciales, aguas florales y extractos vegetales.

Weleda: Con más de 85 años a sus espaldas, su lema es "en armonía con el ser humano y la naturaleza". Todos sus productos están certificados por la alemana BDIGH como productos naturales controlados. Su línea para bebés es 100% ecológica.

Publicado el 06/02/12
Fuente: Mujeres Publimetro


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