Nutricionistas aconsejan para lograr un mejor rendimiento en la educación superior

Esta nueva etapa de la vida, implica adoptar nuevos hábitos y costumbres para rendir bien académicamente.

Es habitual que los estudiantes no se alimenten bien durante el tiempo que se encuentran estudiando. Una gran mayoría prefiere alimentos de acceso rápido y altos en grasas saturadas, como papas fritas, sopaipillas, completos y pizzas.

"Si este consumo fuera ocasional, no sería problema, pero los jóvenes suelen ingerir estas preparaciones diariamente, o varias veces a la semana, lo cual genera riesgo de subir el peso corporal, eleva los niveles de colesterol total, colesterol LDL -conocido como 'colesterol malo'-, y triglicéridos, lo que contribuye a que los jóvenes adquieran factores de riesgos cardiovasculares", explica María José Fierro, vocera del Círculo de Nutricionistas de Sodexo.

La especialista dice que una buena alimentación aporta al estudiante todos los nutrientes para su rendimiento. "Nutrientes como proteínas que, a través de aminoácidos como la fenilalanina, triptófano (presente en huevos, leche y carnes rojas) entre otros, estimulan la actividad cerebral. Mientras que el aumento de la memoria se obtiene con la vitamina B, presente en cereales integrales, verduras verdes, alimentos de origen animal, frutas; la vitamina C, en cítricos, frutillas, verduras verdes; y la vitamina E, en aceites vegetales y frutos secos", agrega.

Junto con ello, la especialista recomienda la actividad física, que habitualmente se ve reducida debido a la alta exigencia académica, lo que provoca mayor cansancio. Ante esto, se recomienda caminar o ir en bicicleta al lugar de estudio, si el tiempo y la distancia lo permite.

Consejos para alimentarse sanamente

· Desayuno:

Incluir lácteos (quesillo, leche o yogur, preferentemente descremados), una porción de cereales (pan, galletitas o cereales) y fruta. También es beneficioso el consumo de una pequeña cantidad de frutos secos (especialmente las nueces, que ayudan a la memoria).

· Almuerzo:

Plato de fondo: Debe incluir alimento proteico (legumbres, pescado, huevo, ave y vacuno), con una frecuencia de por lo menos una vez a la semana; acompañado de una porción de carbohidratos como papas, puré, arroz, fideos, ensaladas de granos (choclo, habas, arvejas y porotos verdes). En el caso de las mujeres, procurar que el plato lleve más ensalada o verduras cocidas que alimentos altos en carbohidratos. Además, se debe intentar eliminar el pan durante esta comida.

Verduras: Aunque sea una sola variedad de verduras, procurar siempre incluirlas en la ensalada, como también en el acompañamiento. Los guisos de verduras, panaché o verduras salteadas han sido incluidos fuertemente en la programación de almuerzos de casinos en general y en el menú de los hogares chilenos.

Postre: Planificar el consumo de fruta fresca de cuatro veces a la semana, y consumir postres de leche o dulces para una vez semanalmente.

Hidratación: Durante el almuerzo preferir agua natural, evitando consumir con mucha frecuencia jugos, ya que contienen mucha azúcar.

· Colación:

Para controlar el apetito entre comidas principales, considerar una colación a media mañana y media tarde, que puede incluir una barra de cereal, frutos secos (en porciones pequeñas, por ejemplo, un puñado de nueces o almendras), sándwich (de preferencia en pan integral con quesillo o jamón de pavo acompañados con tomate o lechuga) y lácteos.

Considerar llevar en la mochila una botella con agua natural o infusiones de té verde o mate; éstas últimas ayudan a mantenerse despiertos y estar más activos.

Publicado el 14/03/12
Fuente: La Segunda


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