Nutricionista explica por qué cuando se está en la playa da hambre

Siempre escuchamos que el contacto con el mar, la arena y el sol, abre el apetito. ¿Cómo se explica este fenómeno? Daniela Aravena, académica de Nutrición y Dietética de la U. Andrés Bello, dice que es sólo una creencia popular y un pretexto para compartir con amigos o familiares.

Un grupo de amigos están en la arena tomando sol y dicen: "¡Qué ganas de comer algo rico!" Muchas veces escuchamos a quienes afirman que cuando van a la playa se les abre el apetito. ¿Qué tan efectiva es esta idea?

Según explica Daniela Aravena, académica de la Escuela de Nutrición y Dietética de la U. Andrés Bello, esto es más que nada una creencia popular o de costumbre, es un momento para compartir generalmente con familia y amigos. "Como cultura, muchas veces, asociamos a estos momentos, el comer algo que nos agrada", dice.

Pero algo especial sucede con los niños. "Algunas veces ellos pueden jugar y moverse mucho, por lo tanto podrían gastar bastante energía y eso obviamente genera hambre", explica la nutricionista, quien agrega que hay que recordar que muchas veces vamos por una mañana o tarde o día entero de paseo a la playa y, por lo tanto, coinciden con nuestros tiempos de comidas habituales.

¿Qué comer?

La especialista recomienda en primer lugar llevar agua para poder hidratarnos debido al exceso de calor. "Al llevar agua evitamos comprar bebidas azucaradas cuando sentimos sed", subraya.

La nutricionista también sugiere llevar alimentos refrescantes y saludables como frutas la cual sirven como una colación saludable (debe estar previamente lavada), las leches en cajas individuales también son una buena opción debido a que no necesitan refrigeración, dice la experta.

No se deben consumir alimentos preparados que contuvieran algún tipo de salsa, mayonesa u otro tipo de aderezo que pudiese descomponerse.

Desde el punto de vista del control del peso, debiésemos evitar todo tipo de golosinas como galletas, dulces, chocolates, snacks dulces o salados, helados, bebidas azucaradas, sándwich en forma desmedida y con acompañamientos poco saludables (jamón con queso por ejemplo), comenta la académica de la UNAB.

Ya de regreso en casa después de una jornada playera, Daniela Aravena, recomienda seguir con la hidratación y cenar algo liviano, basado en verduras y algún tipo de carne o alimento alto en proteína que tengamos a nuestra disposición (carnes rojas bajas en grasas, pollo, pavo, pescado, huevo), preparados al horno, vapor, a la plancha o cocidos. Es importante enfatizar que la última comida del día debiese realizarse 1,5 a 2 horas antes de acostarse o dormir.

Publicado el 24/01/12
Fuente: Mujeres Publimetro


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